Mantener la creatividad local con Keith Bradley
Keith Bradley, de Made in KC, habla de la importancia de apoyar a los artistas y fabricantes locales
Made in KC de Kansas City es algo más que un destino de compras: es un movimiento que apoya y promueve a los artistas, fabricantes y pequeñas empresas locales. Su copropietario, Keith Bradley, se sentó con nosotros para hablar de los orígenes de la empresa, su crecimiento y sus planes de futuro.
Bradley, junto con los cofundadores Thomas McIntyre y Tyler Enders, pusieron en marcha Made in KC con una idea sencilla: los artistas y creadores necesitaban más exposición en el mercado. Al principio, los clientes tenían que ir a ferias de artesanía o a tiendas locales para comprar sus materiales, pero Bradley y su equipo querían crear una tienda totalmente local que hiciera más cómoda la compra. Y a los clientes les encantó. En el primer año, Made in KC abrió tres locales y se amplió rápidamente para apoyar a más fabricantes.
"Nos dimos cuenta de que muchos artistas y creadores tenían dos o tres empleos", explica Bradley. "Al poder ampliar la escala, podíamos comprarles más materiales y ellos podían ganar más dinero para mantenerse y centrarse en su oficio".
Made in KC cuenta con un proceso de solicitud de vendedores para garantizar que cada producto cumple las estrictas normas de calidad y comercialización de la empresa. Bradley y su equipo examinan el envase, la calidad del producto y la demanda de cada artículo antes de seleccionarlo para la venta. Made in KC suele abastecerse en el área metropolitana de Kansas City, pero ha ampliado su radio de acción a Lawrence, KS, y también cuenta con algunos editores de libros de Wichita.
La pandemia supuso un reto para Made in KC y sus fabricantes, pero algunos fueron capaces de dar un giro rápido para mantenerse a flote. Por ejemplo, Sandlot Goods, fabricante de bolsos, carteras y sombreros de cuero hechos a mano, pasó temporalmente a fabricar mascarillas. Produjeron medio millón, la mitad se vendió y la otra mitad se donó a hospitales y escuelas. Algunos fabricantes de salsa barbacoa también tuvieron que cambiar a botellas de plástico por problemas en la cadena de suministro. Aunque Made in KC tuvo que cerrar sus tiendas durante dos meses, las ventas por Internet se dispararon, lo que ayudó a sostener a muchos de los artistas locales durante los periodos más duros de la pandemia.
Bradley y su equipo también están comprometidos con la comunidad. Made in KC y Rainy Day Books se asociaron recientemente con BeGreat Together para recaudar fondos destinados a la compra de libros multilingües para la biblioteca de la Global Academy de las escuelas públicas de Kansas City, Missouri. Debido a su filosofía empresarial, Made in KC acoge y se asocia con organizaciones sin ánimo de lucro, en particular las centradas en las artes y la educación.
"Todas las empresas tienen la obligación de retribuir", afirma Bradley. "Los niños son nuestros futuros líderes, así que solemos apoyar a organizaciones sin ánimo de lucro e iniciativas comunitarias centradas en la juventud y las artes".
De cara al futuro, Made in KC planea expandirse a nuevas ubicaciones, incluido el centro de Overland Park, y espera inspirar a otras comunidades para que adopten su modelo de negocio.
"Queremos animar a la gente a comprar productos locales", afirma Bradley. "Cuando nos centramos en los productos locales, podemos ser más resistentes para sostenernos y mantenernos si se producen grandes cambios en la economía".
También espera que la pandemia haya creado un mayor sentimiento de gratitud hacia las tiendas locales y las organizaciones sin ánimo de lucro que apoyan a nuestras comunidades. En resumen, Made in KC es más que una tienda. Es una celebración de la creatividad y la comunidad locales, y un modelo de prácticas empresariales sostenibles y éticas.